Seguro que todos lo conocéis ya, pero aquí está este video estremecedor con U2 que nos recuerda por qué Pavarotti es tan querido: por acercar más que nadie la música clásica al gran público (¡¡Bravo, Tutto!!), por abordar la música desde la intuición y lo visceral antes que desde lo intelectual, y por saber comprometerse cuando ha hecho falta sin tener miramientos hacia la fusión, como hace en esta obra de arte.