La Premier League, el fútbol profesional inglés en general, es contemplado con envidia sana cuando los ojos del hincha continental se centran en el ambiente de las gradas de sus estadios. Horarios marcados para favorecer, sin disimulo, la asistencia de aficionados, convierten al fútbol británico en una especie de paraíso... Que, sin embargo, oculta una realidad menos optimista y que ocupa y preocupa a los dirigentes, por ejemplo, de la FA, la Federación Inglesa.