No es el único ni el principal factor desencadenante de obesidad, pero los expertos en el estudio de la patología la incluyen ya entre los factores que explican las enormes dificultades que la sociedad occidental está teniendo para poner freno a la epidemia. «La temperatura de las casas ha subido una media de cinco grados desde la generalización de la calefacción central. El organismo ya no necesita producir tanto calor como antes para mantener la temperatura y, como consecuencia, gasta menos energía», explica el científico Antonio Vidal-Puig,