Hace semanas, el grupo de Valerie Horsley, de la Universidad de Yale, halló otra pieza del rompecabezas: aparentemente, son las células madre presentes en el tejido adiposo del cuero cabelludo las que envían las señales que activan las células madre dormidas del folículo. "Si logramos que estas células en el tejido graso hablen con las de los folículos podríamos lograr que el pelo crezca de nuevo", afirma Horsley, que publicó su trabajo en Cell. La carrera por el crecepelo está lanzada.