Has conocido a una chica supersimpática, cariñosa, agradable, inteligente, guapa… vamos, el tipo de mujer que a ti te gusta. La quieres para ti, quieres seducirla y como se trata de una chica dulce, recurres a tu dulzura propia. Intentas ser atento con ella, charlar con ella, si tiene algún problema estar a su lado para ayudarla… Y cuando crees que estás haciendo las cosas cojonudamente bien… has caído en la Friendzone. Analizaremos este fenómeno desde un punto de vista subjetivo.