El precio del suelo urbano, que supone entre el 40% y el 60% del coste final de las viviendas, acumula cuatro trimestres consecutivos a la baja por culpa del frenazo inmobiliario. Cuesta sacar suelo al mercado porque ya no se venden pisos, por lo que los propietarios optan por bajar precios para poder sacar adelante su stock. Una tendencia que ha llevado al metro cuadrado en terreno urbano a abaratarse un 7,8% entre abril y junio, con lo que a cierre de este mes costaba 258,8 euros, según datos del Ministerio de Vivienda.