Basta ya de Susan Boyle, dejen de apabullarnos con la pobre señora de vida casta y pura. Me da igual si alisa el pelo o se hace la permanente, si la viste su enemigo, si nunca ha tenido novio o el número de amigos que tiene en Facebook. No quiero saber si hace o no hace una película porno en EEUU por un millón de dólares por aquello del morbo, me trae sin cuidado que su portentosa intervención en el programa de televisión “Britain’s Got Talent” tenga ya más de 40 millones de visitas en YouTube.