Los relatos de los que tuvieron la oportunidad de jugar hablaban de combinaciones de luces y gráficos estroboscópicos, con mensajes subliminales incluidos, tan alucinantes que los efectos en el subconsciente humano eran demoledores: mareos, convulsiones, vómitos, pérdidas de memoria, alucinaciones auditivas y ópticas, amnesias, ataques epiléticos y pesadillas nocturnas.