Hoy, afortunadamente, gracias a sus esfuerzos y a los de otros miembros de la Casa Real, la Monarquía es considerada un peligro por algunos españoles –no es mi caso, yo le estoy empezando a tomar cariño-, y la suspenden sin ambages, con un 3,68. Lo que significa ‘necesita mejorar mucho’ o mejor un ‘qué coño hacen ahí todavía’. Es como si el pueblo, esos osados que tienen sangre roja, estuviera harto de monarcas y adláteres.