En términos relativos, el aeropuerto de Oporto logró ganar clientela el año pasado a un ritmo siete veces superior que el conjunto de los gallegos, según se deduce de datos difundidos el lunes y ayer, respectivamente, por los organismos oficiales luso Ana y español Aena. En esencia, lo consiguió gracias a que, de acuerdo con cifras facilitadas a La Voz por la dirección de la terminal portuguesa, 720.000 residentes en la comunidad autónoma (dos mil al día) cruzaron el Miño para volar desde aquel lado de la frontera en vez de despegar de este.