Investigadores de la universidad alemana Friedrich-Alexander pusieron un teléfono Android, un Google Nexus de Samsung, en un congelador durante una hora hasta que el móvil alcanzó una temperatura de 10 grados bajo cero. Después quitaron y pusieron de nuevo la batería del teléfono congelado, lo que dejó el móvil en un modo vulnerable. Ese momento les permitió iniciar el teléfono con un software para Linux desarrollado por los investigadores [apropiadamente] llamado Frost, Forensic Recovery of Scrambled Telephones...