Sakineh Mohammadi Ashtiani es esa mujer iraní de 43 años que fue condenada a la lapidación y lleva ya cinco años pudriéndose en la prisión de Tabriz, al oeste de Irán, a la espera de que se ejecute la sentencia. Y eso por un "crimen" que solo confesó bajo tortura y que consistió, según sus acusadores, en haber mantenido... ¡una relación amorosa extramatrimonial!. Sakineh ni siquiera tuvo un juicio transparente, en un idioma que pudiese comprender (en farsi), cuando su lengua materna es el Azerí.