Cuando se trata de la fertilidad, siempre se ha supuesto que los hombres no tienen reloj biológico. Que, a diferencia de las mujeres, pueden tenerlo todo a cualquier edad.
Un eclipse, un huracán, un cambio de siglo, o de milenio. A lo largo de la historia todo aquello que se escapaba del entendimiento humano ha provocado la alarma.