Según donde uno mire y lo que uno lea, se enterará de que Cataluña está prácticamente en quiebra y que los despojos de su maltrecha economía los ha propiciado la voracidad del tripartito, que se ha pulido hasta la plata de la abuela, o, por el contrario, la ruina es culpa de la voracidad del Estado, que le pasa el cepillo a Cataluña sin darle siquiera las gracias de unas liquidaciones pendientes. Cualquiera mira aquí, y la culpa la tiene el tripartito; cualquiera mira allá, y la tiene el Estado español... Cualquiera menos Artur Mas...