Las kilométricas dunas de arena de Tottori, las más extensas de Japón, se ven acorraladas desde hace décadas por la vegetación salvaje, que amenaza su especial ecosistema y motiva iniciativas para su protección. Las dunas, nutridas de arena volcánica, se extienden en una superficie de 16 kilómetros de longitud y dos de anchura. Existen desde hace unos 100.000 años por la sedimentación de roca y cenizas volcánicas procedentes, entre otros, del volcán Daisen (1.711 metros), que hace entre 20.000 y 50.000 años estuvo en erupción.