Tenemos una empresa, Standard & Poor's, que lleva a cabo su trabajo, gana sus cuotas de mercado, aumenta y consolida sus beneficios y enriquece a sus accionistas ofreciendo un producto concreto denominado calificación. Tenemos una empresa que no deja de equivocarse y que, desde Enron hasta las subprimes, desde la quiebra de Lehman Brothers hasta la de la deuda griega, no ha visto venir ninguna de las crisis que han llevado al mundo al borde del abismo.