Cuántas veces nos ha pasado, que va alguien por casa y hace la típica pregunta de: ¿esto lo tiro?. Entonces, nuestro ego nos susurra, ¡es mío, es mi tesoro!, y al final contestas: ¡no!, que son mis cosas. Claro, que el que pregunta ¿esto lo tiro?, es por que sabe que eso lleva dando vueltas por casa muchos años, y no lo has usado en años, y cuando lo digas de usar ya ni servirá, pero ahí está, es tuyo.