Vincent Price no fue un gran actor, pero ciertamente fue una gran estrella del terror, y según los que lo conocieron, una cálida, inteligente y generosa persona. Con su fallecimiento en 1993 llegó a su fin una larga y distinguida línea de actores que, quiéranlo o no, encontraron un lugar como monstruos y villanos en nuestras pesadillas cinematográficas: Chaney, Lugosi, Karloff, Lorre, y Price, todos maestros de la época dorada del Cine de Terror. Su identificación con el terror y el misterio se extendió durante cinco décadas.