[c&p] Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, los perros adiestrados por medios agresivos continúan siendo peligrosos con el paso del tiempo, a menos que se modifiquen las técnicas de entrenamiento. El estudio, que duró un año, demostró que los métodos agresivos de entrenamiento de perros, que incluyen golpear a los animales o intimidarlos, no sirven para corregir en ellos comportamientos inadecuados, y de hecho pueden propiciar respuestas violentas por su parte.