Los ya 15 años de su gobierno absolutista han llevado al país a un cataclismo administrativo de proporciones abrumadoras. Hace dádivas, no distribución justa de los millones de dólares que tiene en los bolsillos. El Ejército venezolano y los amplios grupos de milicianos armados hasta los molares, son el otro sostén de su megalomanía alocada. Mientras tanto, el país se desangra. Durante el año que se fue, 21.692 personas han sido exterminadas. Según él, no hay opositores sino enemigos. Y con éstos no se dialoga, se les apunta con un fusil...