Si esos gobiernos y esos políticos se atrevieran a ejercer ese poder democrático y, en defensa de los que representan, declarasen la deuda de cualquier país europeo, deuda europea y, con la seguridad de esa declaración, decidiesen, unilateralmente, que el interés de la misma será la del Euribor vigente en el momento de su adquisición, que ya es ganar y lo demás usura. Y, además, decidiesen investigar a fondo, hasta sus últimas consecuencias,...