Viendo la velocidad a la que sucede lo inevitable, solo sorprende una cosa: el empeño del Gobierno de Rajoy en negar la realidad. Como estaba cantado, el rescate millonario a la banca no saldrá gratis. Como era de esperar, la ayuda viene con condiciones y no son solo para el sector financiero. Como toda Europa recordaba (y el Gobierno negaba), las recetas de la Comisión Europea son órdenes y no consejos o sugerencias. Como muchos nos temíamos, los sacrificios más duros serán para los españoles, no para los verdaderos culpables.