Cuando hablamos de literatura distópica, siempre nos vienen a la cabeza las obras más conocidas de este género, como ‘1984’, ‘Un mundo feliz’ o ‘Fahrenheit 451’. Pero no son las únicas. En 1940, ocho antes que la obra de George Orwell, la autora sueca Karin Boye escribió ‘Kallocaína’. La historia de ‘Kallocaína’ nos traslada a un no tan futurista régimen totalitario, donde el Estado gobierna con mano de hierro, controlando cada uno de los aspectos de la vida cotidiana, desde el trabajo hasta la reproducción y la formación de los más jóvenes...