En lo que parece una ironía meteorológica, el calentamiento global puede propiciar, durante una época, inviernos más fríos en ciertas partes del mundo. La complejidad del sistema climático hace que una alteración provoque otras, y así sucesivamente, en un efecto dominó que puede llevar a resultados un tanto inesperados. Recientemente, Charles H. Greene y Bruce C. Monger, ambos del departamento de ciencias terrestres y atmosféricas en la Universidad de Cornell, en Ithaca, Nueva York, han analizado en detalle este fenómeno.