"La menstruación era prácticamente inexistente entre nuestras antepasadas: maternidad a los 15 años, embarazos repetidos, cuatro años de lactancia.. Hoy, sin embargo, tenemos que gestionar el desafío de muchos problemas de origen hormonal porque ya no vivimos así. En el caso de la fecundación, la evolución ha previsto mecanismos para que sean los espermatozoides del macho mejor dotado los que lleguen al útero. El más fuerte era el que fecundaba, su primera oleada de espermatozoides era la que llegaba y, simplificando mucho un asunto complicado"