Ven la luz los testamentos de escritores, pensadores y científicos del siglo XIX y XX. Oscar Wilde dejó 100 libras de herencia, Engels más de 25.000 y Dickens, 80.000

El filósofo e ideólogo del socialismo Karl Marx apenas dejó dinero a su muerte, mientras que el artífice de la teoría de la Evolución, el biólogo Charles Darwin, murió en la mayor de las opulencias, como revelan sus respectivos testamentos, publicados ahora con los de otros conocidos personajes de la Historia.

Autores como Salinger o Pynchon, de quien acaba de publicarse en España «Contraluz», comparten el afán por permanecer ocultos y ceder todo el protagonismo a sus obras. Si se piensa un poco, tal vez el verdadero misterio resida no en que un escritor decida desaparecer, sino en que haya tantos escritores mostrándose demasiado. Y es que en un principio no era así: en un principio el cuerpo –el corpus– eran los libros, y sus autores una suerte de fantasmas en vida, pero fantasmas al fin. El asunto se complica con la llegada de Charles Dickens.

Muy recomendable artículo analítico del WSJ, en el que se analiza la actual situación económica de España. Da un interesante repaso a los factores y actores que conforman la encruzijada económica de nuestro país. Entre otras cosas resulta llamativa la comparación que se hace de Zapatero con un personaje de Dickens. Atención a la foto que encabeza el artículo. He añadido la traducción al español (creo que es bastante decente)en los primeros comentarios.

El debate acerca de la propiedad intelectual es quizás uno de los que más tensiones genera en la actualidad. La globalización y las facilidades que la red brinda a las personas para acceder a cualquier obra en cualquier momento son, al mismo tiempo, un azote y bendición para los autores. Es un tema actual, un debate sin fin, una guerra perdida para quienes son incapaces de aceptar la evolución de los medios y la caducidad de unos formatos cada vez más obsoletos. (...) Aunque parezca sorprendente, el debate ya existía en el siglo XIX.

A principios del siglo XIX, la celebración de la Navidad en Inglaterra se encontraba en claro declive. Pero, a mediados de ese siglo, comenzaron a revitalizarse las tradiciones navideñas. Ciertos autores victorianos fueron plasmando en sus obras una visión romántica de la Navidad. Sin duda, el más destacable fue Charles Dickens que ejerció una enorme influencia en la manera en que en muchos lugares celebramos la Navidad. La interpretó como una celebración centrada en la familia y en la generosidad, en contraste con la visión de la Iglesia.

Viajemos en el tiempo hasta las Navidades de 1843 en la Inglaterra del s.XIX , el lugar donde se dan los ingredientes para que Charles Dickens contribuya con su obra "Un cuento de Navidad" a crear la Navidad tal y como hoy la entendemos. En muy poco tiempo, este escritor rompió definitivamente con los moldes puritanos de la época victoriana incorporando una serie de elementos que crearon precisamente el espíritu navideño tal como ha llegado hasta nuestros dias.

Una copia de alta resolución de 66 páginas del único manuscrito guardado en el Museo Morgan. Es el cuento que escribió en 1843 sobre un hombre rico e insensible y un chico que le provocó remordimientos de conciencia. El manuscrito refleja las muchas revisiones que Dickens hizo para perfeccionar el cuento.

"Los niveles de pobreza en sectores de Gran Bretaña son como un espejo 'de la época de Dickens', dejando a las escuelas la tarea de luchar para hacer frente a un creciente número de niños que carecen de habilidades personales y sociales básicas, según el presidente de la asociación británica de maestros. 'Algunos alumnos de las zonas más pobres llegan a la escuela sin saber vestirse o usar cuchillo y tenedor, y algunos incluso son incapaces de usar un baño correctamente. Es como un reflejo de los tiempos deque describía Dickens en sus novelas.'

Primero fue Dante, después Poe y ahora le toca el turno a Charles Dickens. Matthew Pearl (Nueva York, 1975), ha regresado al mercado español con El último Dickens (Alfaguara), un thriller histórico donde da rienda suelta al enigma que salpicó al escritor inglés tras su inesperada muerte en junio de 1870: qué ocurrió con su novela inacabada, El misterio de Edwin Drood.

(C&P) Hans Christian Andersen y Charles Dickens se conocieron en 1847. Como consecuencia de aquel encuentro nació una cordial amistad basada en una periódica correspondencia, que desembocó, diez años más tarde, en la invitación formal que Dickens cursó a Andersen para que se quedase en su casa dos semanas. Lo cierto es que la estancia se prolongó mucho más de lo esperado y, como consecuencia de ello, la correspondencia se interrumpió. Algo no salió según lo previsto.

Desde que Charles Dickens publicó su clásico Una canción de Navidad en 1843, las historias navideñas de fantasmas y los relatos sobre Santa Claus y el resto de fantásticos personajes propios de esta época del año se convirtieron en una nueva tradición, que llega hasta Tim Burton y su Pesadilla antes de Navidad. Una sencilla manera de celebrar literariamente estas fiestas... que esconde también sus secretos esotéricos.

Inglaterra recuerda las cinco semanas que Charles Dickens tuvo al cuentista en casa, un cuento de hadas para Andersen y una pesadilla para la familia del escritor británico

La casa de subastas Christie's de Londres ofrecerá en junio al mejor postor un escritorio y una silla donde el autor británico Charles Dickens creó algunas de sus últimas novelas, incluida la famosa 'Grandes esperanzas'. Las dos piezas, dos de las reliquias más importantes relacionadas con Dickens (1812-1870) que han salido a subasta en los últimos años, pueden alcanzar entre 50.000 y 80.000 libras (entre 63.500 y 101.000 euros), informó Christie's en un comunicado.

Si hay una historia propia y legendaria de Navidad, esa es "Cuento de Navidad" o "Canción de Navidad)(A Christmas Carol)de Charles John Huffan Dickens (Portsmouth, Inglaterra,1812 – Gadshill Place, 1870). En él nos cuenta como Ebenezer Scrooge, un hombre avaricioso y egoista va cambiando su actitud a lo largo de la historia gracias a la aparición de tres fantasmas que le hacen ver el pasado, el presente y el futuro. Fue una dura crítica a la sociedad de la revolución industrial inglesa ¡Feliz Navidad!

La curiosa capacidad de Dickens de crear climas, situaciones y lugares tan propios ha dado pie a que se construya en Kent (Londres) un parque temático dedicado a su obra. Charles Dickens es uno de los escritores más importantes de todos los tiempos, gracias a obras como Oliver Twist, David Copperfield, Canción de Navidad y la que es quizá su mejor novela, Los papeles póstumos del Club Pickwick.(visto en www.papelenblanco.com/2007/04/16-dickens-world-el-parque-de-atraccione)

Éste cómic nos muestra la historia de la prohibición de las drogas en Estados Unidos, basándose en el popular "Cuento de Navidad" de Charles Dickens y esforzándose en aportar referencias comprobables de todo lo expuesto. Creado por Susan W. Wells y Scott Bieser en Inglés, está traducido ya al Francés, al Español y al Portugués.