Su consumo no tiene efectos secundarios, ni siquiera en niños o ancianos, y puede ayudarnos en el tratamiento de muchas dolencias. El limón aporta al cuerpo ácido cítrico, vitaminas B y C, potasio, hierro y calcio. Además, actúa como purificador de la sangre y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas. Pero quizá su punto fuerte sea el de servir de prevención para múltiples dolencias, lo que evita el uso de medicamentos.