Aprovechando la ausencia de seguridad en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano, un grupo de delincuentes esperaba desde primera hora de la mañana la llegada de jugadores y técnicos a su lugar de entrenamiento. Tras la aparición de Sandoval, siempre uno de los primeros en llegar, llegó el turno de Diego, encargado de las labores de “scouting” en el cuerpo técnico. En ese momento, un grupo de al menos cinco personas siguió al Diego hasta el aparcamiento interior de la Ciudad Deportiva, obligándole a punta de pistola a bajarse de su vehículo...