Lleva 14 años atracando bancos por toda España. La Guardia Civil lo acusa de, al menos, 33 asaltos. En sus huidas ha matado a tres policías: dos guardias civiles en junio de 2004 en Navarra y un agente local en 2000 en Castellón. La Benemérita y la Policía Nacional lo consideran el atracador más peligroso de España, del que apenas hay pistas. No deja huellas (se pone celofán en los dedos) y siempre actúa disfrazado con barba y peluca postizas. Sin embargo, la tecnología ha conseguido ponerle cara gracias al reflejo de su rostro.