Gisele Bundchen, la modelo más rica del mundo según Forbes, dice que nadie puede llegar virgen al matrimonio. Por eso critica la postura de la Iglesia en educación sexual. Está visto que la inteligencia, como el amor, no se pueden comprar con dinero. Por lo demás, de poco sirve pasarse por las favelas brasileñas a hacerse la foto con los pobres para luego largarse. Si Gisele quiere criticar la labor de la Iglesia, que lo haga desde las favelas, no desde la pasarela. Ya lo dice el refrán, obras son amores...