Feria del libro de Frankfurt, 2007. El comisario de la delegación catalana lee el discurso de clausura ante los medios de prensa internacionales, en catalán. Le piden que lo haga en español, pues no hay traductor para el idioma de Spriu. El comisario no quiere. Le suplican que se cambie al inglés, francés, alemán o cualquier otra lengua. El comisario no sabe. Al final, nadie se entera de nada salvo los incondicionales que acompañan al comisario. Aplausos de ellos mismos a sí mismos. Ese es el manicomio catalán.