A lo largo del año que lleva Patxi López como lehendakari, el Ejecutivo vasco se ha caracterizado por su afán en que se visualice un cambio con respecto a los gobiernos nacionalistas. El mismo Patxi López, que aseguró que su intención era "huir de la política de frentismos", ha hecho de la cuestión identitaria, uno de los ejes básicos de su actuación. Las ausencias en momentos claves, como el secuestro del atunero Alakrana, es otro de los debes del líder socialista, que ha visto como, encuesta tras encuesta, la sociedad vasca no le respalda.