Si pudiéramos elegir algún sitio en el que simplemente sentarse, alzar la vista y descansar, sería sin duda alguna el Parque Nacional de Banff, en la provincia de Alberta, Canadá. Una fantástica sucesión de lagos y glaciares, rodeados de las majestuosas Rocosas Canadienses, como estratégicamente colocados en fila india para favorecer su visita recorriendo la Trans-National Highway.