Un mapache que, con toda la cara del mundo, se lleva la alfombra de una casa, quién sabe para qué realmente. Observad como se asoma a la trampilla de entrada, se lo piensa un segundo, hace como que va a entrar y ¡zas! ¡me llevo la alfombra! La familia mapache debe estar arreglando la casa de la playa para pasar las vacaciones, pero les faltaba la alfombra de la entrada… y como se han gastado todo el dinero en la casa, no les da para comprarla y no han tenido más remedio que “llevársela prestada”.