Cuando Manuel Cobo -el fiel secuaz de Gallardón- dijo a Pilar Manjón, que "cualquier día tendrían que hacer un monumento para las putas de Montera", no profirió una vileza motivada, quizás, por el estrés que produce tener que gestionar el ayuntamiento de Madrid paralizado por la ruina, sino una expresión genuina del odio y el rencor que anida en todos los rincones del PP contra esa mujer digna y decente. El día que Pilar Manjón -en la comisión de investigación del congreso sobre el 11 M- acusó a políticos y medios de comunicación de ...