Familiares y amigos de la activista esperan su regreso a El Aaiún entre la alegría y el temor a sorpresas de ultima hora. La incredulidad ha dado paso a la alegría en El Aaiún. "No puede ser, no me lo creo", decía el activista y ex preso político Hamad Hamad, en su casa de la capital saharaui, mientras llegaba la noticia de que, esta vez sí, la mujer que se ha convertido en un símbolo para los saharauis está a punto de volver a casa triunfante, tras haber doblegado la férrea voluntad de Marruecos.