El feminazismo se ha institucionalizado de tal manera en España, es tal su poder fáctico y de intimidación que nunca se detendrá a la hora de aplastar a aquel que ose denunciar el uso y abuso de una dictadura cada vez más visible y palpable

Feminazi, una palabra bastante nueva en nuestro vocabulario (al menos para mi), pero que cada día tiene más peso en esta sociedad. Feminazi. No muy ocurrente, la verdad, ya que esta palabra se forma uniendo parte de la palabra “feminismo” y “nazi”.

Quería que su novio estuviese «más pendiente» de ella. Una joven de 20 años ha sido acusada de la simulación de un delito de agresión sexual que denunció ante la Policía Nacional de Motril (Granada) para «darle pena» a su pareja

Hace cerca de dos años denuncié a mi padre. Tras 25 años de malos tratos a mi madre y a mis hermanas di un paso adelante, me personé en una comisaría de la Guardia Civil y presenté una denuncia, exigiendo órdenes de alejamiento que protegieran a todos mis seres queridos. Según algunos soy un feminazi, porque a mí nunca me puso una mano encima...

Todos hemos escuchado la última gran parida de esa mi-hembra de la calzada que es Bibiana se-l'Aído la Olla con las bibliotecas "por y para mujeres". En el enlace, una visión más de las grandes cualidades de esta mujer en versión viñeta.

Algunas usuarias de iPhone aseguran estar siendo tratadas como ciudadanas de segunda. ¿Por qué? Por no incluir un stylus como otros smartphones y PDAs. ¿Y cómo es eso? Pues porque tienen las uñas largas, lo que dificulta el uso normal de la pantalla táctil. Considerando que estudios los de ergonomía y de usabilidad indican que hombres y mujeres usan sus dedos y uñas de forma distinta, ¿por qué insiste Apple en esta práctica misógina? dice Erika Watson-Currie, consultora de 39 años.