La idea, y la intención, es buena, partiendo de una visión paternalista del Estado que no puede dejar a nadie desamparado en una situación de paro como la actual, pero hay que tener en cuenta la “picaresca española” y no pegar de “buenismo”. Se va dar esta prestación, según parece, con el único criterio de la fecha en la que finalizó la prestación por desempleo a la que se venía teniendo derecho, sin mayores condicionantes, lo cual es invitar a trabajar en “negro”, en “b”, en “económia sumergida”, al tiempo que se percibe esta prestación...