Muchos hemos sufrido la mala educación de otros en los cines. Otros muchos defienden las palomitas. Este señor, no: "La profusión de gruñidos, jadeos, crujidos, y sorbos, aderezada con los estridentes y grimosos ruidos que produce una bolsa de aperitivos al ser aplastada, me llevaron por un instante a tener plena certeza de que lo que había detrás de mi butaca no era humano. Esa manera implacable de deglutir, alargada en el tiempo de manera incomprensible, como si asistiéramos a unas modernas bodas de Camacho, hizo mella en mi resistencia..."