Ya estamos todos contentos. Ya sabemos en qué gasta el Rey lo que le pagamos. Lo que le pagábamos ya se sabía hace tiempo, porque estaba en los Presupuestos Generales del Estado, que salen en los periódicos. Lo que el Rey nos costaba a cada ciudadano era muy fácil de calcular: bastaba dividir 8,4 millones de euros por 47 millones de españoles y salía a 0,18 euros por cabeza al año. O sea, que mi familia contribuía a los gastos del Rey con 12,24 euros anuales, resultado de multiplicar los 68 que somos por 0,18.