El señor Basso tenía un calentón de esos que hacen historia, pilló su teléfono móvil y se dispuso a llamar a su línea cachonda preferida cuando reparó en un detalle: no tenía saldo. Pero se dió cuenta de que sí podía llamar gratis a un teléfono. Al 911, es decir, el teléfono de la policía. Se ve que eso de imaginarse a una mujer en uniforme, portando esposas y dispuesta a azotarle con una porra le excitaba. Así que, sin pensárselo dos veces, llamó a una comisaría de Tampa, Florida (EE.UU.).[...]