La mayor parte de tuberías, bombas y demás componentes del frustrado trasvase de aguas del Segre a la región de Barcelona, planeado por el tripartito en el 2008, no han sido reutilizadas. Kilómetros de tuberías, así como motores, bombas, calderines y otros elementos de esta infraestructura nunca ejecutada están guardados en almacenes esperando algún uso. Pero, 3 años después de su compra urgente, envejecen sin un destino claro. De los 22 millones de inversión en tuberías y otros componentes, sólo se han usado materiales que suman 9,2 millones.