Ser teta de novicia es frase ponderativa de la bondad extrema de algo, de su excelencia, de su insuperable exquisitez. Esta expresión es similar a la castellana Comer en mesa de canónigo o a la italiana Bocato di cardenale. En el sentido y creencia de que los altos cargos eclesiásticos solamente se llevan a la boca aquello que es refinado y bueno, de delicado e insuperable sabor y calidad. Pues solamente estas dignidades pueden permitirse estos gustos tan refinados y caros.