Los miércoles en Shanghái no volverán a ser iguales. Por lo menos, no como los que se han disfrutado los últimos cuatro años, desde que el Kuluska abrió sus puertas coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín. La primera taberna vasca de China decidió poco después lanzar una oferta de pinchos y bebida a 15 yuanes -en aquel entonces equivalían a 1,5 euros, ahora son ya casi dos euros- para activar el negocio los miércoles, un día muerto en la capital económica del Gran Dragón. Pronto, la colonia de expatriados...