"Ollas ennegrecidas con restos de comida; vasos, platos, cubiertos y otros utensilios de cocina sucios en cajas de madera; recipientes diversos (de plástico y cartón), que se utilizan para tirar la basura, llenos a rebosar; comida en remojo sin proteger (garbanzos); una despensa con alimentos (manzanas, zanahorias, lechuga, pimientos...), algunos de ellos en estado de descomposición...". Esta es la sobrecogedora descripción que el pasado 31 de marzo hicieron los inspectores del Ayuntamiento de Girona y de la Agència de Protecció de la Salut.