El tritón español o gallipato (Pleurodeles waltl) empuja sus costillas atravesándose la piel para exponer una hilera de huesos que actúan como púas envenenadas. Y lo más extraordinario de este mecanismo, afirma la investigación publicada en Journal of Zoology , es que no causa al tritón ningún daño o efecto secundario. Esta capacidad para defenderse del tritón español -que está relacionado con las salamandras- ya se conocía, pero ahora, por primera vez, los investigadores de la Universidad de Viena, lograron descubrir cómo funciona el mecanismo