En estos tiempos de demolición inesperada, y vergüenzas ajenas, resulta agradable hablar de otras cosas; es imprescindible mirar a lo lejos y no quedarse petrificado, contemplando como arden Sodoma , Gomorra, o la T4. Hay que desentumecer la esperanza, eso requiere conciencia y razón. Voy a hablarles de Ciudadanos en el año 2007, ni antes, ni después, ahora mismo.