Cada minuto 118 millones de mensajes, cada hora 708 millones, cada día 17.000 millones. Si WhatsApp cobrara por cada uno de ellos como con los SMS, Jan Koum y Brian Acton, sus creadores, serían los hombres más ricos del mundo y su empresa la más lucrativa. Pero más que una empresa es una aplicación convertida en empresa benefactora pues, de momento, no reparte beneficios.