Todo el mundo acepta que es bueno, recomendable, necesario, saludable… disminuir el consumo de drogas. Puede que ese sea el único punto en que todos los organismos, naciones y expertos estén de acuerdo. Y aun así hemos de aceptar que el ser humano ha consumido, consume y consumirá drogas siempre. Es consustancial a nuestra naturaleza. Por eso, periódicamente se reabre el debate sobre su legalización, que parece tan interminable como el hábito de consumirlas.