Fue tan estrafalario, tan lejos de la realidad, tan ofensivo a la inteligencia, que los portavoces parlamentarios tuvieron que echar mano del humor para calificarlo. «En la tómbola de Zapatero siempre toca, si no es un pito es una pelota», dijo Durán Lleida. «Una mezcla de carta a los Reyes Magos y de cuento de la lechera», dijo Rosa Díez. ¿De qué va a servirles un ordenador a unos escolares que no saben leer ni escribir bien? ¿Qué necesitan los parados, matrículas y subsidios o puestos de trabajo?